El panorama para la industria naviera mundial se muestra complicado, con una creciente sobreoferta de barcos, que crecerá aún más en los próximos años, una débil demanda y unas tarifas que han experimentado alzas en los últimos meses.
La industria naviera mundial lejos de haber pasado la crisis, aún sigue navegando por aguas tormentosas. De hecho, un consultor internacional augura que en los próximos 10 a 15 años desaparecerán 12 navieras del ranking del top 20 actual, quedando solamente ocho en actividad.
Es así como el negocio del transporte marítimo, dentro de un escenario de inestabilidad económica mundial con una crisis en Europa y anuncios de desaceleración en Asia, aún se encuentra en fuerte desequilibrio de oferta y demanda, todo esto sumado a un marco de alta volatilidad del precio del petróleo, lo que genera una gran fragilidad e incertidumbre de una posible recuperación. Cosco Shipping ha sido la primera en publicar sus resultados del primer semestre, que han indicado una ganancia de apenas 100.000 dólares, con una caída de 99,5% respecto del mismo semestre del año anterior.
Sobreoferta creciente
Como consecuencia de la paulatina entrada en servicio de lols buques que se han encargado en años anteriores, el aumento de capacidad de transporte seguirá poniendo presión en el mercado, afectando negativamente a la rentabilidad de la industria.
Así mientras la oferta de barcos se ha incrementado un 12% anual en el período 2008-2012, la demanda se ha contraído un 3%. Respecto al exceso de naves, todo apunta a que la flota crecerá un 13,5% en 2012 y un 6% adicional en 2013. Con este escenario, no será hasta finales del próximo año, cuando la sobrecapacidad de oferta empiece a replegarse, siempre y cuando la demanda aumente.
A pesar de este escenario adverso de sobreoferta, según Alphaliner, las 100 navieras más importantes del mundo construyen más de 450 nuevos buques este año, encabezados por la danesa Maersk con una lista de 41 buques que se sumarán a su flota de 665 disponibles en el mundo, y la firma MSC integrará 34 buques a flota de 486.
No es de extrañar que el mismo CEO de Maersk, Nils Smedegaard Andersen, advirtiera recientemente que “creemos que habrá exceso de capacidad de transporte de contenedores hasta el 2016-17“.
Para defenderse de estas condiciones adversas del mercado, creadas en parte por la política de las propias navieras, han sido estas mismas quienes mediante las conferencias marítimas y convenios de pool, han acordado las cuotas de las rutas, las frecuencias y, eventualmente, las tarifas, en un fenómeno que se ha llegado a tildar de “cartelización”.
Cuestión de tamaño
Se da el caso de que en estas circunstancias las empresas efectúan menos rutas navieras, con menos escalas. A la vez, aumentan considerablemente el tamaño de los barcos (8.000 TEU), elevando así la capacidad de carga y disminuyendo los costes, tanto para la empresa como para el usuario final.
En este contexto la competencia va a ser especialmente difícil para las navieras de menor tamaño, ya que no tienen los recursos para financiar compras de barcos de mayor tamaño, que son los que se imponen en la actualidad como consecuencia de sus menores costes unitarios de explotación, por lo que se verán obligadas a especializarse, buscando nichos de mercado.
Se calcula que el precio medio porTEU en mayo de 2012, en relación con octubre de 2008, que es cuando se alcanzó la punta, ha caído un 12% y aunque en este año se ha producido un pequeño repunte, éste tan sólo llega al 2,8%
Más de la mitad de las navieras podrían desaparecer en los próximos años
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