Elecciones a la asociación de consignatarios de buques de Barcelona

Elecciones a la asociación de consignatarios de buques de Barcelona

La Asociación de Consignatarios de Buques de Barcelona celebró en la jornada de ayer las elecciones para decidir la nueva junta directiva que representará a la agrupación durante los próximos cuatro años.

Ocho de los doce vocales que conforman el futuro gobierno, prorrogan el cargo que ocupaban en la actual junta. Los cuatro nuevos miembros son Albert Oñate, Leandro Calzadilla, Paco Rivero y Vicente de Angelis. Por otra parte, los tres vocales del actual gobierno que abandonarán el cargo son Alfonso Blanch, de la compañía Baleares Consignataria; Josep Gimeno, de MacAndrews; y Piero Stracquadanio, en representación de Italmar 3000.

En total se presentaron un total de quince candidatos a estas votaciones como aspirantes a formar parte de este órgano, que escogerán, a su vez, al nuevo presidente en una asamblea que se celebrará el próximo jueves.

Este acto representa el final de la presidencia de Jordi Forné, que fue elegido en las anteriores elecciones celebradas en mayo de 2004. Pese a participar, y ser escogido, como vocal en las actuales  elecciones , no podrá prorrogar su mandato durante este nuevo gobierno, según se establece en los estatutos de la asociación.

Las votaciones tuvieron una elevada participación de los asociados, como destacaban representantes del actual gobierno durante la jornada, que se celebró desde las 12 horas del mediodía y hasta las 14, en la sede de la asociación situada en plaza Tetuán.

El nuevo ejecutivo de la Asociación de Consignatarios deberá continuar con las tareas emprendidas durante el gobierno de Forné, y enfrentarse a los nuevos retos del sector. El pasado mes de marzo, Jordi Forné admitía sentir “una gran inquietud” en relación al futuro de los consignatarios en el puerto de Barcelona. “Tenemos que hacer un gran esfuerzo entre todos  -aseguraba el presidente- ,   para lograr reducir el tiempo de estancia en el puerto, tanto de los contenedores como de los automóviles, para evitar un colapso por falta de espacio”.

A este factor local se une otro desafío para el sector desde la sentencia del Tribunal Supremo del 26 de noviembre del pasado año, que consideró culpable a una empresa consignataria de los daños sufridos a una mercancía. Este precedente ha generado una gran inquietud en el seno de las asociaciones de consignatarios, y en el conjunto de la cadena del negocio marítimo, al considerar que supone una situación de inseguridad jurídica en el desarrollo de sus actividades.

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