El pasado 16 de mayo se presentó oficialmente en Zaragoza, ALIA, el nuevo clúster de la logística de Aragón. Bajo la denominación de Agrupación Logística Innovadora de Aragón, ALIA nace con vocación de multiplicar la competitividad logística de esta región, que en los últimos años ha dado un salto logístico espectacular. José Luis Carreras, director general de Transportes Carreras y presidente de ALIA, ha atendido a Diario del Puerto para exponer los objetivos prioritarios de la entidad, entre ellos impulsar el Eje 16, corredor clave para Aragón y el conjunto de la Península.
¿Cuáles son los principales retos que afronta ALIA en estos momentos?
Como cualquier asociación de reciente creación, lo más importante en los primeros pasos es darse a conocer, crear una asociación sólida y diversificada que permita llevar a cabo nuestro último objetivo, aunar esfuerzos, identificar sinergias y colaboraciones estables a largo plazo para el beneficio propio del clúster y de Aragón.
Además, nuestros primeros esfuerzos están siendo gratificados, ya que estamos recibiendo el apoyo del Ministerio, el Gobierno de Aragón y la UE.
¿Qué medidas estratégicas han llevado a cabo para afrontar estos retos?
El partir de un grupo de trabajo formado por empresas de reconocimiento y prestigio, centros de I+D+i, además del gran apoyo recibido por parte de las instituciones como ya he comentado anteriormente, ha sido el motor propulsor que creo que ha hecho que vayamos en la dirección adecuada.
Por ello, en ALIA hemos identificado cuatro ejes estratégicos y de actuación básicos: fomentar el crecimiento de la actividad internacional; potenciar la competitividad; desarrollar políticas a favor de la sostenibilidad; y el desarrollo de una política de recursos humanos en aras de una especialización y formación mejor en el sector.
¿Cuáles son los objetivos que se marca ALIA a corto plazo?
La Asociación se encuentra ya trabajando en proyectos europeos de logística, de intermodalidad y de intercambio con distintos clústeres europeos. Ahora mismo hemos recibido muchas solicitudes por parte de empresas para entrar a formar parte de nuestro proyecto común. Éste es nuestro mayor objetivo a corto plazo, ya que cuantos más miembros seamos y más diversificados, mejor podremos identificar y abordar los problemas de forma global.
¿Y más a largo plazo?
Nuestro objetivo final es impulsar y desarrollar la competitividad del sector del transporte y la logística en Aragón, identificando sinergias, oportunidades de negocio y proyectos de innovación e internacionalización. En definitiva, ser el órgano de referencia del sector.
¿Participa ALIA también en los procesos de promoción del Eje 16 de cara a la definición por parte de la Comisión Europea de los Ejes Básicos de la Red Transeuropea?
Para todos los que integramos ALIA, y así está presente en los Proyectos de Intermodalidad del clúster, el Eje de la Travesía Central del Pirineo es necesario y obligatorio para mejorar las conexiones entre la Europa del Sur y la del Norte.
Permeabilizar los Pirineos supondrá una gran mejora para las comunicaciones de toda la Península. Por ello, siempre que sea necesario, trataremos de apoyar este proyecto.
¿Cuál es la principal inquietud de ALIA como asociación logística de Aragón?
Sobre todo intentar capear los efectos de la crisis. Creemos que juntos podremos ayudarnos y mejorar nuestra competitividad, capacidad de innovación y valor añadido.
¿Tienen previsto llegar a acuerdos con otras asociaciones de otras regiones?
Dentro de los proyectos en los que ALIA está inmersa, el establecimiento de mecanismos de cooperación con otros clústeres a nivel nacional e internacional es de vital importancia para el buen crecimiento y desarrollo de la asociación.
Centro de Formación en Logística Comercial
¿Qué proyectos o iniciativas novedosas ha puesto ALIA en marcha? ¿Hacia dónde se dirigen las investigaciones de los grupos de trabajo?
Como proyectos más novedosos podríamos destacar la creación del Centro de Referencia Nacional de Formación Profesional en Logística Comercial (CRN). A través de ALIA, las empresas tendrán voz a la hora de decidir los futuros programas de formación de tal manera que respondan a las necesidades presentes y futuras.
Otro proyecto es la colaboración en el programa Marco Polo en su II Edición, cuyo objetivo es la mejora del comportamiento medioambiental, con financiación de proyectos de intermodalidad que en principio pudieran ser deficitarios.
También hay que destacar, entre otros muchos más, el radar tecnológico, cuya función será la de ser un servicio de vigilancia tecnológica dirigido al sector.
* Sandra Lorente: Diario del puerto
