La autopista del mar entre Gijón y Nantes es ya una realidad

La autopista del mar entre Gijón y Nantes es ya una realidad

El «Norman Bridge» el primer buque de LD Lines llega hoy al Musel, con este viaje se inicia la nueva ruta marítima entre los puertos de Gijón y Nantes.

 Su llegada supone la culminación de un largo y complejo proceso de constitución arrancado en 2006 y conforma, a la par, el inicio de una aventura comercial y de expansión portuaria que podría convertir la dársena asturiana en la puerta a Europa de buena parte del territorio nacional.

La ruta se adelanta a la proyectada en Vigo y prevé compartir en un futuro protagonismo con sendos enlaces con Cork y Rotterdam. Para ello, la Unión Europea (UE) debería volver a incluir al Musel entre los beneficiarios de las ayudas Marco Polo, a las que optan ambos proyectos. La conexión con Nantes cuenta con un importante impulso institucional concretado en subvenciones millonarias. Francia y España aportaron quince millones cada una y el citado programa europeo otros cuatro.

Las autopistas del mar buscan reducir la contaminación ambiental y aliviar las colapsadas carreteras continentales. Por eso, la UE permite a los países financiar hasta el 35 por ciento de los costes los cuatro primeros años de explotación de las líneas. La que une Gijón con Nantes prevé superar en su primer año de implantación el sesenta por ciento de ocupación.

El primer barco partió más lleno de lo previsto. Varios trailers, remolques no acompañados, vehículos y motocicletas descenderán hoy del buque. La ruta admite el transporte de mercancías y pasajeros y, aunque está enfocada principalmente al primer sector, la naviera que operará el servicio, GLD Atlantique, aún se sorprende del interés despertado entre los turistas, aún cuando no se ha iniciado el verdadero proceso de comercialización. El inicio del servicio movilizó a y alrededor de medio centenar de turistas. Los usuarios españoles sólo pueden comprar sus pasajes a través de internet pero en un par de meses la transacción podrá realizarse a través de un servicio telefónico políglota que atenderá en español, francés y portugués. El territorio luso entra dentro del hinterland delimitado por la naviera para la línea, en donde también están incluidos los territorios que conforman la Ruta de la Plata, Galicia y gran parte de Castilla y León.

El representante de LD Lines –compañía que conforma junto a la italiana Grimaldi GLD Atlantique-, Carlo Tamagni, asegura que en la presentación del servicio los empresario replican que basta “coger la calculadora” para certificar el interés por la ruta. El precio del viaje para un camión con trailer, incluido el conductor, es de 450 euros frente a los casi mil euros que costaría el mismo trayecto por carretera. Los transportistas ahorran las paradas en las estaciones de servicio, las multas, los peajes y el desgaste de sus vehículos. Ganan, por contra, horas de sueño. La Autoridad Portuaria se reunirá antes de fin de mes con la Confederación Nacional de Organizaciones Empresarias de Transporte por Carretera (Conetrans) para explicar el servicio.

La tarifa para una pareja de turistas que viajen con su coche es de cien euros e incluye derecho al uso de un camarote en el que pasar la noche.

Los viajeros que partan del Musel podrán visitar la Bretaña francesa, París e incluso Euro Disney desde el puerto de Sant-Nazaire. Por su parte, los galos tienen acceso a toda la Península Ibérica, cuya marca turística es sobradamente conocida.

De Asturias, apunta Tamagni, les podría atraer especialmente la gastronomía. “Es una nueva alternativa, porque el mercado francés siempre fue muy importante para la ciudad en cuanto a los visitantes internacionales”, opina el presidente de la Sociedad Mixta de Turismo, José María Pérez. Los interesados disponen de tres salidas semanales desde el puerto gijonés, martes, jueves y domingos –todos los días a las 21 horas a excepción del último, que zarpará a las 12:00- , y otras tantas desde la localidad del noroeste francés, lunes, miércoles y sábado -con idéntico horario al asturiano- para iniciar el intercambio cultural.

El Norman Bridge , de 180 metros de eslora, 25 de manga y dotado de 59 camarotes de cuatro plazas cada uno, es la nave elegida para efectuar los traslados. Tiene capacidad para un centenar de camiones. Son los que entran en una bodega de 6.350 metros cuadrados. Los convoys tendrán prioridad de carga en el puerto y deberán presentarse una hora y media antes de la partida del barco.

El barco, que antes prestaba servicios en el Canal de La Mancha, no es de “lujo” pero la naviera considera que reúne las cualidades suficientes para que el trayecto sea considerado un “minicrucero”. Los usuarios disponen de instalaciones de ocio donde dejar pasar el tiempo: bar, cafetería, sala de televisión y tienda. El buque que iba a cubrir la ruta era el Sorrento pero GLD Atlantique modificó su decisión hace menos de un mes y le buscó sustituto.

Inauguración El protocolo no viaja a la misma velocidad que el buque. Aunque el Norman Bridge zarpara ayer, la inauguración oficial del servicio se celebrará el próximo 16 de septiembre. Los presidentes de España y Francia, José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolas Sarkozy, estaban llamados a encabezar el evento, pero finalmente serán los ministros –en el caso de España asistirá el de Fomento, José Blanco- quienes abran la línea.

El ritmo diferente entre la embarcación y la política hará que el Norman Bridge esté atracado en Nantes mientras se celebra su puesta en marcha en Gijón.

Fuente: El Comercio Digital

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