La Comisión Europea está estudiando los beneficios que representa para la seguridad vial la instalación en los vehículos de registradores de datos de eventos (EDR, por sus siglas en inglés), más conocidos como cajas negras. Un estudio encargado a la consultora Transport Research Laboratory cuantifica los costes y beneficios de estos sistemas para turismos, furgonetas y camiones, y asegura que su instalación representaría importantes ventajas para todos los actores implicados en la circulación (ver cuadro). Se trata, por el momento, de un informe, pero sus conclusiones pueden ser un impulso para esta iniciativa, ya que a comienzos de este año está prevista una propuesta legislativa con este objetivo, que podría llegar a adoptarse a partir de 2018 si existe voluntad política en Bruselas. No en vano, en Estados Unidos, todos los vehículos vendidos desde el pasado mes de septiembre disponen de este sistema.
Su principal ventaja parte de las posibilidades que genera la investigación de los accidentes de tráfico, como detalla Juan Luis de Miguel, subdirector del Instituto de Investigación sobre Reparación de Vehículos, Centro Zaragoza. “Los EDR ofrecen unas posibilidades muy interesantes para la seguridad vial y, en particular, para la investigación de accidentes de tráfico. Tener acceso a los datos que registran permite esclarecer la evolución de los accidentes con gran precisión”.
A la espera de si la Comisión Europea adopta medidas legislativas que obliguen a su implantación, los expertos consultados coinciden en considerar que los cajas negras acabarán estando implantadas en las cabinas de los camiones, ya que todas las conclusiones apuntan a que sus beneficios pueden multiplicarse en su aplicación al tráfico de este tipo de vehículos. “En un futuro, serán comunes en las flotas de vehículos profesionales”, asegura Jorge Fernández, subdirector del área de Automóviles de Generali Seguros. En su opinión, al margen de las ventajas que representan las cajas negras para todo tipo de vehículos se suman las posibilidades de aplicarlo como un gestor de flotas, “que permite una mayor eficiencia logística de la flota, reduciendo costes de forma importante y aumentando la satisfacción del cliente”.
Las ventajas, sin embargo, no han sido suficientes por el momento para extender las cajas negras en Europa, por lo que las dudas se centran en si su aplicación dependerá exclusivamente de la decisión que se aplique en Bruselas. “No parece que esto vaya a ocurrir pronto, al menos si no se produce algún cambio legislativo que obligue a ello”, considera Juan Luis de Miguel, que explica que la aceptación de estos sistemas “es todavía muy baja, probablemente porque requieren una dedicación de tiempo al análisis de los datos que las empresas son todavía reacias a dedicar, al no haber valorado adecuadamente los ahorros que podrían obtener con su uso”.
En España, por ejemplo, Mapfre o Generali han puesto en marcha seguros que dependen de la implantación de las cajas negras en los vehículos, aunque, por el momento, están dirigidos exclusivamente a los turismos. Sin embargo, parece complicado que la implantación extensiva de las cajas negras surta efectos si depende únicamente de las campañas de las aseguradoras. “Lamentablemente, su difusión no ha sido todavía muy amplia en nuestro país, a pesar de los años que llevan disponibles en el mercado”, valora el subdirector de Centro Zaragoza. El presidente del colectivo Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, considera que existe todavía “cierto escepticismo” en las ventajas de estos sistemas, sobre todo por parte de los conductores jóvenes, a los que se han dirigido fundamentalmente este tipo de seguros. Arnaldo está convencido de que las cajas negras acabarán siendo implantadas en todos los vehículos, aunque considera que el mayor coste que representarán las cajas negras para los camiones puede ralentizar este proceso.
Caja negra y/o tacógrafo
Las pruebas que ya se han realizado en el transporte de mercancías constatan estos beneficios. “Algunas flotas ya han experimentado con su uso y, actualmente, hay dispositivos que permiten la grabación de vídeo, además de otros datos extraídos del vehículo”, explica Juan Luis de Miguel. “El potencial de estos sistemas para prevenir accidentes y para diseñar actuaciones particularizadas hacia cada conductor es enorme, y están sobradamente probadas”, considera el subdirector de Centro Zaragoza. El responsable de AEA considera que, como en el caso del tacógrafo, será la seguridad vial, el argumento que convertirá en obligatoria la caja negra. Según de Miguel, las experiencias llevadas a cabo en numerosos estudios muestran “su potencial en la prevención de accidentes, probablemente debido a que su presencia disuade al conductor de asumir algunos riesgos que, en caso de accidente, serían evidenciados”.
Pero, ¿resulta necesario instalar cajas negras si el sector ya dispone de tacógrafos? Mario Arnaldo considera que la información que pueden facilitar los EDR va mucho más allá del registro de los tiempos de conducción y descanso, por lo que asegura que este sistema puede llegar a sustituir en el futuro al actual tacógrafo digital. “Tendría que ser un sistema en el que se integre toda la información y que asegurara la máxima protección para evitar que un siniestro o un incendio destruya los datos”. “Actualmente la tecnología permite ofrecer una información muy precisa. El tacógrafo te explica ahora qué ha ocurrido, pero no aporta la información suficiente para conocer qué ha pasado en los instantes previos al accidente, qué ocurría en la cabina o en el entorno”.
Fuente: El Vigía