La crisis condiciona de forma determinante la seguridad vial

La crisis condiciona de forma determinante la seguridad vial

El estudio, realizado por Fesvial con la colaboración de Scania confirma que la crisis económica afecta de forma muy importante a los conductores profesionales en lo que respecta a la seguridad vial.

Los asuntos relacionados con la seguridad vial son complejos y nunca podrán tener una solución definitiva, debido a que hunden sus raíces en el entorno social cambiante, como ha demostrado este estudio que ha sido realizado sobre la base de unas 300 encuestas realizadas a otros tantos profesionales del transporte.

Así una de las primeras conclusiones extraídas de este estudio es que seis de cada diez conductores de transporte pesado, el 62%, afirma que son ellos mismos los que realizan el mantenimiento de los vehículos debido a la actual situación de crisis económica.

En cuanto a la renovación del parque, el 88% de los conductores, es decir casi nueve de cada diez, aplaza la compra de un vehículo nuevo, con lo que eso supone en el envejecimiento del parque y en su repercusión en el aumento de la accidentalidad. Además el 31% de los conductores que compran vehículos nuevos lo hacen ahorrando en elementos de seguridad, debido a la crisis.

Existe también contención en los gastos de mantenimiento, ya que el 62% de los encuestados afirma que son ellos mismos los que realizan la revisión y el mantenimiento.

Además, un 39% de los entrevistados reconoce que retrasa el cambio de los tres elementos principales relacionados con la seguridad del vehículo, como son los neumáticos, frenos, y  amortiguadores. La mitad de los vehículos en circulación llevan en mal estado alguno de estos elementos.

Por otro lado el 35% alarga los intervalos de mantenimiento especificados por el fabricante. Estos comportamientos pueden tener también impacto en la seguridad del vehículo, debido a que el mismo no se encuentre en óptimas condiciones y en determinadas situaciones no responda con eficacia a la demanda que realiza el conductor, pudiéndose producir accidentes.

Cambio en los hábitos de vida y de conducción
Otro aspecto “social” de la crisis es que ha traído el “miedo a la sanción”, ya que el 92% de los conductores profesionales reconoce que teme recibir una multa por el impacto económico que supone el pago de la sanción correspondiente. Una consecuencia clra de la crisis: los radares fijos han visto disminuir casi a la mitad el número de las multas emitidas a los “cazados”in fraganti”.

La forma en la que se conduce también se ve afectada por la crisis, ya que el 75% de los encuestados reconoce practicar la conducción económica y eficiente, revisando la presión de los neumáticos o utilizando marchas más largas, para disminuir el consumo.

Los hábitos de vida del conductor, también se han visto alterados, ya que se utiliza cada vez más la cabina del camión para dormir, en detrimento de los hoteles de carretera y se recupera la comida “de casa”.

Además, del estudio también se desprende que cuatro de cada diez conductores, el 43%, percibe un mayor nerviosismo, distracción y agresividad en la forma de conducir del resto de conductores a causa de la crisis.

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